Mónica de Oriol, presidenta del Círculo de Empresarios, se desmarcó hace unos días en rueda de prensa con unas manifestaciones que han escandalizado a la opinión pública. Estas declaraciones las podéis ver en los siguientes vídeos:
Si conseguís aguantar viendo entero estas "vomitivas" declaraciones, podréis comprobar qué piensan realmente los grandes empresarios y entender el porqué de las políticas del Gobierno del PP en el Gobierno de la Nación.
Pues bien, hemos encontrado una carta en el diario La República dirigida a este elemento, que no tiene desperdicio. Les recomendamos que la lean entera.
Yo me pregunto si usted
cobra algo del Gobierno para decir semejante desfachatez y si lo hace me
gustaría saber qué cantidad. Qué poquito os quejábais de la gente sin estudios
que ocupaba los sectores de la construcción cuando de media trabajaban más de doce
horas al día. Qué poco os molestaban los ni-ni antes, cuando alimentaban la
burbuja inmobiliaria, y de la que ustedes os llenábais los bolsillos.
No era vuestra
preocupación por aquel entonces que la gente tuviese o no estudios. Es más os
interesaba crear un prototipo de ciudadano sin estudios, que trabajase mucho y
que viese el fútbol para que no fuese consciente de lo que en realidad se
estaba forjando. No nos insultábais entonces, por que os servíamos, os
servíamos para mucho, para alimentar vuestra insaciable sed de dinero.
Tengo 28 años señora
Oriol, soy pedagoga y Máster en Intervención Social y varias especialidades en
recursos humanos. Estudié, gracias al esfuerzo de mi familia y gracias a las
becas, así como también lo han hecho mis hermanos. De no ser por las becas,
esas que ahora están recortando, es posible que ninguno de nosotros hubiésemos
podido acceder a estudios superiores. Por eso, señora Oriol, porque están
quitando becas, la gente no puede estudiar ni puede acceder a estudios y por la
desastrosa saga de reformas laborales y recortes la gente no puede acceder a un
trabajo. No porque no queramos.
No soy ninguna ni-ni, y
me impresiona que lo pueda decir una persona como usted, que seguramente no
habrá tenido que pasar tres carajos de dificultad en su vida. Por lo que le
recomiendo, que antes de frivolizar con un sector tan humillado como los
parados, le invito a conocer las desigualdades de las personas.
La mayor parte de los
días de la semana ocupo mi tiempo en una conocida ONG de mi pueblo, donde
aporto mi pequeñísimo granito de arena a un colectivo que está viviendo la
injusticia más común en estos tiempos. Quedarse sin trabajo. Lo hago
voluntariamente, porque aunque el sistema no quiera darme una oportunidad
laboral siempre seré pedagoga y eso no me lo vais a quitar.
A pesar de mi
“titulitis” las únicas oportunidades laborales que han merecido la pena me las
han dado al otro lado del charco. Sí, América Latina. Esa gente, que vino a
levantar el país en plena ebullición económica y a la cual tratasteis como una
verdadera escoria. Pues esa gente de América Latina es la que si valora a los
profesionales de la educación.
Desde que llegué he ido
dando tumbos de un lado a otro y aceptando trabajos en negro, si señora Oriol,
en negro, y no me avergüenza reconocerlo, pues los únicos abochornados
deberíais ser ustedes. Empresarios como tú que fomentáis el despido fácil y la
precarización laboral, pues nos obligáis a ganarnos la vida como buenamente
podemos, a comernos las migajas que os sobran. Además, si el partido que hoy
gobierna paga con contabilidad en B, ¿por qué no voy yo a hacerlo también?
He hecho cursos de
desempleo, cursos, que yo misma podría estar capacitada para dar, y que
cualquiera de los alumnos y alumnas que he conocido somos mucho más competentes
que el mismo formador que los imparte.
No me diga parásito, no
lo soy. No me diga que no sirvo para nada. Sí sirvo, y mucho más que usted.
Estudié Pedagogía, no
por las salidas laborales, cosa que el ministro Wert nos quiere ahora obligar a
hacer. Estudié porque para mí la educación es el arma más poderosa para forjar
un mundo más justo, fue desde mis valores intrínsecos cuando elegí pertenecer
al mundo de la educación y ahora, aunque no tenga trabajo, no me arrepiento ni
un ápice de haber escogido una profesión a la que el sistema no valora. Porque
al sistema, y a empresarios como usted no les interesa tener a gente educada,
no os interesa formar ciudadanos con espíritu crítico. No queréis ciudadanos,
queréis borregos. Borregos que sean guiados por el camino que vosotros marcáis
sin que se salgan del sendero, borregos que acepten cualquier trabajo de mierda
en el que nos exploten y encima le tengamos que dar las gracias.
A esa ONG con la que
colaboro la mayor parte de mi tiempo, acuden vecinos con los que de pequeña
compartía nuestros ratos de juegos por el barrio. Se me cae el alma al suelo
cuando les veo llegar y cabizbajos me retiran el saludo porque se avergüenzan
de ir a pedir, desesperadamente ayuda económica. Me gustaría, señora Oriol, que
deje un día de decir estupideces y venga a visitar esta ONG para que pueda
observar que a nadie le resulta agradable pedir ayuda porque con su subsidio de
menos de 500 euros no les llega para pagar los recibos. Pero aún así a usted le
parece ese subsidio muy generoso.
Se sentó en la mesa del
Círculo de Empresarios con su chaqueta diplomática y puso su Martinenco sobre
la mesa, y ese Martinenco, seguramente costaría la misma cantidad que el
subsidio que cobran muchas familias y que no les llega para comprar comida.
Pero a usted le parece mucho y pide que aún se bajen más.
Es usted una miserable, señora Oriol y me valgo del
Diccionario de la Real Academia de la Lengua para decírselo.
- Desdichado, infeliz. Porque se atreve a
jugar con los sentimientos de más de seis millones de personas no es posible
que conozca lo que es felicidad.
- Mezquino: (que escatima en gasto)
- Perverso, abyecto, canalla… Porque se
atreve a insultar al colectivo más humillado de la crisis económica.
Nos dice usted Ni-Ni´s
y la Ni-Ni, es usted. Ni vergüenza ni escrúpulos. Lo que sí que no nos puede
negar es que tenemos una extremada capacidad de aguante. Aguantamos a Esperanza
Aguirre diciendo “basta ya de mamandurrias”, aguantamos la ampliación de
jornada laboral y la reducción de salarios, aguantamos los EREs más
escandalosos de la Unión Europea, aguantamos que nos llaméis parásitos y
también aguantamos a Andreíta Fabra diciéndonos “que se jodan”.
Pues jódete tú Andrea,
porque mi padre es un hombre honrado, y yo no soy una MISERABLE.
Pues claro que sí.
“Basta ya de mamandurrias”, como dice el periodista Javier Gallego. Basta ya de
dietas a los diputados que tienen más de dos viviendas en Madrid. Basta ya de
regalarle cantidades industriales de dinero a la enseñanza privada mientras se
recortan los presupuestos de la pública. Basta ya de regalarle concesiones a
los de la trama Gürtel. Basta ya de hacer de España vuestro feudo de corrupción
y de fundamentalismo católico. Basta ya de parásitos, familiares y amigotes
vuestros contratados como asesores del ministerio de economía, donde sobran
asesores y faltan soluciones. Basta ya de ustedes.
“No servís para nada”
“parásitos”. Un lenguaje propio de los antiguos terratenientes de las
plantaciones de algodón del sur de EE.UU. Eso es lo que le decían a sus
esclavos. Muy típico de la España profunda que relató Delives en “Los Santos
Inocentes”. Y la inocencia nos la estáis quemando, pero nos habéis encendido la
revolucionaria y el revolucionario que llevamos dentro.
Por último, tiene
señora Oriol, la gran suerte de que no he sido una persona educada en el odio y
no le voy a desear nada malo, al contrario le deseo trabajo.
Le deseo a usted que se atreva a venir al pueblo donde nací
a conocer la temporada de vendimia.
Le deseo que cobre usted lo mínimo por una dura jornada de trabajo de más de
ocho horas en las que estás con la boca contra el suelo, literalmente. Le deseo
que en esos días de recolección le hagan a usted días muy soleados, tan tan tan
soleados que se le quemen las orejas y que luego le escuezan tanto que no pueda
ni dormir. Le deseo que su trabajo sea tan tan tan productivo que al llegar al
escalón de su casa no pueda ni subirlo debido a las agujetas y que a la mañana
siguiente no pueda ni sentarse a mear debido a los brutales dolores que se
sufren. Le deseo que le cunda tanto, tanto tantísimo vendimiar que le salgan
arañazos en los brazos y que cuando vaya a ducharse le duela cada una de las
gotas de agua que caen sobre su cuerpo. Y luego le deseo que cuando vaya
intentar usted descansar después de la productivísima jornada laboral, ponga
usted la televisión y que vea a una persona sentada en una mesa, con un móvil
caro y con un traje de chaqueta y que esa persona le diga que no sirve para
nada. Y también le deseo que ese mes, solamente cobre 426 € y que con ese
dinero tenga que mantener a toda su familia.
Si mucha de la gente a
la que ha insultado hubiese tenido sus oportunidades, seguramente serían mucho
más competentes que usted y todo el consejo de ministros juntos y los españoles
no tendríamos hoy que aguantar vuestras boberías e impertinencias.
Tras leer esta carta, tenemos que estar convencidos que estos pocos poderosos que creen que tienen el poder, realmente no lo tienen, lo tenemos nosotros, el Pueblo, las personas. Así que usando las palabras de esta persona indignada, todos somos "NI-NI", porque NI TENEMOS MIEDO, NI GANAS DE RENDIRNOS.
No hay comentarios:
Publicar un comentario